miércoles, 31 de julio de 2013

Accidente ferroviario en España: el maquinista, más complicado

El segundo responsable de la formación, que viajaba en el tren, admitió mantener una conversación con el chofer antes del accidente, lo cual está prohibido en el protocolo. Rectificó así su declaración previa ante la justicia, cuando había ocultado el llamado.

El interventor del tren de alta velocidad de Santiago, Antonio Martín Marugán, segunda autoridad tras el maquinista, reconoció hablar por teléfono con éste, momentos antes del accidente.
“Sí, hablé con el maquinista, pero fue para decirle que había una familia con hijos en el tren, y para facilitarles la salida en la estación de Pontedeume, antes de llegar a Ferrol”, admitió en diálogo con el diario español El País.
Según dijo Martín, “en esa estación hay dos vías”, la exterior y una segunda más pegada a la estación: “De eso hablábamos”, expresó.
Sin embargo, el ente regulador del ferrocarril, RENFE, precisó que ni el maquinista ni el interventor pueden variar a su criterio el recorrido de un tren, lo tienen prohibido.
En su primera declaración ante la Policía dos días después de la tragedia, el interventor de 60 años, que viajaba en el tercer vagón de la formación, omitió referirse a la conversación mantenida con el maquinista.
La llamada de menos de dos minutos, expresamente prohibida por el protocolo excepto en situaciones de emergencia, tampoco fue declarada por el chofer del tren de alta velocidad hasta que la caja negra del convoy reveló que la llamada había existido.
El maquinista Francisco José Garzón circulaba a 184 kilómetros por hora momentos antes de entrar en la curva, en la que la velocidad máxima es de 80 kilómetros por hora, y descarriló en una de las tragedias más importantes de España que acabó con la vida de 79 personas.
Fuente: Infonews.com

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