lunes, 10 de noviembre de 2014

La fábrica de vagones Sabb SA que supo resurgir con prepotencia de trabajo

La firma Sabb de María Juana está a punto de terminar las 59 unidades que le dio la Nación para reparar. La histórica empresa hoy está en condiciones de fabricar rodantes nuevos.


En marcha. La transformación de la fábrica sorprende, así como la calidad del resultado final de los vagones.


Por Luis Emilio Blanco / La Capital de Rosario


El ingreso a las instalaciones que la fábrica de vagones ferroviarios Sabb SA posee en María Juana dispara las emociones más profundas. De un largo historial de fracasos, atados a los vaivenes de la economía y a las decisiones políticas respecto al funcionamiento del sistema ferroviario argentino que determinaron el transcurso de años de desempleo, desmantelamiento y abandono, se puede apreciar hoy un conmovedor panorama con hombres y máquinas en movimiento. Las grandes estructuras se desplazan al compás de un concierto de metales que se rozan y motores que se apuran entre ráfagas de chispas y olor a pintura fresca.

Con una prepotencia de trabajo increíble los 90 obreros de la empresa renovaron la mayor parte de los 59 vagones que el Estado nacional les encargó a través de la compañía Belgrano Cargas para dar respuesta a la demanda laboral y al potencial de montaje que tiene esta planta —para muchos desconocido— y contribuir con la reactivación ferroviaria.

La transformación que sufrió la fábrica en pocos meses sorprende como la calidad del resultado final de los vagones restaurados, que salen por la vía desde el interior de la planta. El esfuerzo por cumplir con los plazos y la dedicación de ajustar los procesos los ubicaron en un punto tal que hoy lleva a los directivos a anunciar que están en condiciones de construir vagones nuevos para sumarse a los esfuerzos del gobierno por reestructurar el entramado ferroviario nacional.

Esta posibilidad posiciona a la compañía en un escalón más alto en sus aspiraciones de presentarse al mercado para resolver esa demanda. "Si sabemos que actualmente tenemos un tráfico que transporta una cantidad determinada de carga de tantas toneladas y le incorporamos vagones nuevos, automáticamente hacemos crecer la cantidad de toneladas transportadas. Las operadoras que cuenten con esos equipos podrán trasladar mayor volumen", explicó a LaCapital el director de la fábrica, Roberto Amoroso.

Reactivación. Para el ingeniero, el proceso de reactivación que lleva adelante el Estado permite la continuidad de trabajo y hace prever un futuro prometedor. "Hoy se da una realidad que en algún momento se planteó como objetivo. Dijeron que darían trabajo a todos los talleres del país y cumplieron. Como contraparte, debemos ejecutar las tareas en el tiempo acordado y rápidamente ponerlos a disposición para que comiencen a trabajar. Esto es lo que realimenta al sistema", sostuvo.

En Tecnópolis. Este potencial fue exhibido recientemente en la Primera Feria Internacional de Transporte Ferroviario que se hizo en el país, montada en Tecnópolis y organizada por la Subsecretaría de Transporte Ferroviario.

"La exposición fue muy simbólica para nosotros porque nos permitió mostrar lo que logramos en este tiempo", explicó el director. "En un sistema que se está reactivando y que necesita de la participación de la industria nacional, esta posibilidad de participar fue un gran desafío", dijo.

Y para graficar la inserción de la fábrica de María Juana en el historial ferroviario argentino, contó que "cuatro de los cinco vagones de carga que había en la exposición fueron construidos en nuestras instalaciones en distintas épocas de su historia. Nosotros exhibimos uno nuevo, cuyo proyecto fue presentado a la Secretaría de Transporte de la Nación como una alternativa para trasladar el balasto necesario para la construcción de las vías. Este proyecto se hizo realidad gracias a la compañía BTU —una de las empresas que se dedica a hacer infraestructura ferroviaria— que contrató la construcción de un tren de trabajo con seis vagones para transporte de balasto y seis unidades plataforma para llevar parrillas completas de rieles y durmientes", relató.

Si todo se da como ellos piensan, la fábrica onseguirá la continuidad que les garantice estabilidad laboral. "Es necesario que tengamos un empleo que nos permita ver un horizonte con más trabajo. Hoy concretamente tenemos 59 vagones que estamos terminando. Luego, sabemos por comentarios, que habrá una nueva licitación, pero no tenemos certezas", sostuvo Amoroso.

   El objetivo de la fábrica es realizar un buen trabajo para quedar bien posicionada y poder decir: “Nos dieron tareas, cumplimos en tiempo y forma, ahora queremos más trabajo y ensayar esto de incorporar vagones nuevos al sistema”. Para el directivo de la firma, “esto sería ideal porque, gracias a la experiencia y conocimientos de los antiguos empleados que hoy continúan en la fábrica, podremos asimilar todo el conocimiento de lo que fue la planta trabajando a pleno. Volver a poner en marcha lel sistema de construcción de vagones nuevos sería extraordinario, un broche de oro”, se ilusiona.

   La planta de Sabb tiene la capacidad intacta. “El gran desafío es la capacitación de los recursos humanos. Con esta obra se incorporó gente y se formó de acuerdo a las necesidades de la planta. Ahora desarrollamos proyectos que exigen alta calificación de la mano de obra, un proceso que también incorporamos a las actividades cotidianas”, comentó Amoroso.

   De este modo, buscan cerrar un “círculo virtuoso” que les alimenta el ánimo para decir a viva voz: “Queremos colaborar y aplicar el potencial que hay en María Juana para sumar al proyecto de recuperación del entramado vial argentino”.

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