Al parecer se trata de un par de campañas obstaculizadoras. Sin ir más lejos, hubo prensa en Paraguay que, a sabiendas que no es así, replican quejas fabricadas por la oposición en Argentina y habla de un “muro para separar” ambos países.
Puede entenderse que los medios porteños ignoren cuál es la realidad en la frontera misionera, la vinculación hasta familiar que une a las dos ciudades, el nacimiento común, la historia en común. Y el hecho de que lo construido no es un muro, sino una mera divisoria funcional para el nuevo Centro de Frontera. Que, como el tren, descomprimirá todavía más el tráfico fronterizo de personas y bienes.
No se entiende cómo los medios asuncenos desconocen esta realidad. Al menos, claro está, que ocurra con ellos lo mismo que con los porteños. Que no tengan ni idea de qué ocurre fuera de la ciudad capital del vecino país y por lo tanto publiquen cualquier versión, sin siquiera investigar de qué se trata. Algunos medios empezaron ahora ha modificar su enfoque de la cuestión, pero todavía intentan encontrar alguna crítica. Como por ejemplo: que se hacen más obras del lado argentino que del paraguayo. Algo así como que algo hay que decir.
Eso sí, anteriormente, se quejaban de las demoras en el cruce por el puente internacional San Roque González de Santa Cruz –que tampoco ellos hicieron; se construyó con recursos exclusivamente de la Argentina- por la gran afluencia de personas y bienes. Ahora se les sumó el tren para facilitar el cruce de las personas. Basta mirar los apeaderos en una y otra ciudad para el servicio ferroviario para advertir la ausencia de concreciones de parte del vecino paìs
Con las trabas que oponen ¿quiénes se perjudican? Las mismas personas que usan el transporte y habían visto aliviado el paso entre una y otra ciudad. Las mismas personas y empresas que dentro de poco usufructuarán el nuevo Centro de Fronteras, tantas veces demandado.
Fuente: Noticiasdel6.com
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