jueves, 16 de abril de 2015

UN TREN LLAMADO DESEO: Otro salto en la recuperación de soberanía

Con el consenso de la mayor parte de la oposición –sólo votó en contra, paradójicamente, la izquierda–, el Estado dio un nuevo paso en la recuperación del control de servicios esenciales para un país más integrado.



Por Sebastián Premici

La Cámara de Senadores convirtió en ley la creación de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado, la empresa que tendrá bajo su estructura la gestión operativa y diaria de todo el transporte de pasajeros y cargas. La iniciativa fue acompañada por el Frente para la Victoria (FpV), el PRO, la UCR y el Peronismo Federal. En total fueron 53 votos afirmativos, y dos en contra: Fernando “Pino” Solanas y Norma Morandini. Luego hubo varias ausencias llamativas a la hora de votar, como las de Rubén Giustiniani (Partido Socialista), Ernesto Sanz (UCR), Adolfo Rodríguez Saá (Peronismo Federal) y Gabriela Michetti (PRO), quien atendió su compromiso de asistir al canal de televisión TN para participar de un debate con Horacio Rodríguez Larreta. La sesión fue presenciada por el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y por el titular de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia.

“Con esta decisión profundizamos la política de nacionalización del Gobierno, adoptada en los casos de las ex AFJP, Aerolíneas Argentinas e YPF. Ferrocarriles Argentinos beneficiará a las economías regionales, optimizará los costos de flete y generará mano de obra calificada. Quienes venimos del interior sabemos de los efectos negativos que tuvieron las políticas desacertadas de los ’90”, sostuvo Adolfo Bermejo (FpV-Mendoza), miembro informante del oficialismo y titular de la comisión de Infraestructura, Vivienda y Transporte.

La sesión sobre tablas fue consensuada con la oposición en la reunión de Labor Parlamentaria del martes por la noche, horas después de la firma del dictamen de mayoría conseguido en el plenario de las comisiones de Transporte y Presupuesto. La Cámara alta no suele tratar proyectos sobre tablas, ya que en los últimos años ha optado por tratar solamente iniciativas en sesiones ordinarias que requieren dictámenes con siete días de vigencia. En esta oportunidad, el FpV aprovechó el alto consenso que reunía el proyecto para acelerar los tiempos, y a su vez logró correr la mirada sobre la fallida sesión para aprobar el pliego de Roberto Carlés como miembro de la Corte Suprema de Justicia.

El trámite parlamentario incluyó varias modificaciones a la iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo, todas concretadas durante el debate en la Cámara baja y avaladas por la oposición. El proyecto original establecía el sistema de red abierta para el transporte de carga solamente. Pero a pedido del PRO se sugirió incluir al sistema de pasajeros dentro de este nuevo esquema. El otro cambio fue la incorporación de los “usuarios” dentro del directorio de la nueva empresa, a solicitud de Carlos Heller (Nuevo Encuentro). La oposición también reclamó la incorporación de las provincias, pero no se avanzó en ese sentido. El radicalismo acompañó con su voto.

“Lo que ha pasado desde 2012 con las reformas en materia ferroviaria tiene que ver con el accidente de Once, que marcó un antes y un después, y a partir de allí ha habido una reacción del gobierno nacional. El proyecto reafirma la idea de que el Estado reasume facultades”, aseveró Gerardo Morales, jefe del bloque de la UCR. Más allá de votar a favor, algunos discursos opositores dejaron entrever cierta incomodidad por tener que acompañar un proyecto del oficialismo. “Acompañaremos, sí, pero conscientes de que no es el proyecto integrador del que habla (Florencio) Randazzo, pero quizá sirva para mejorar un poquito el sistema”, expresó Mario Cimadevilla (UCR-Chubut), casi con tono despectivo. A la hora de la votación, el chubutense decidió ausentarse.

El puntano Rodríguez Saá también decidió levantarse de su banca a la hora de votar. Durante su discurso, sostuvo que los ferrocarriles habían sido nacionalizados en 1947 “hasta que llegó el saqueo del país”. “El desmantelamiento de los trenes afectó al interior y dejó pueblos aislados. Tenemos dudas sobre este proyecto, pero si es bien aplicado, en algo podremos mejorar”, aseveró. El puntano olvidó mencionar que durante la gestión de su hermano Alberto Rodríguez Saá, la provincia de San Luis decretó levantar las vías del Ferrocarril San Martín para realizar una autopista.

El artículo 1º de la nueva ley declara de interés público nacional la política de reactivación de los ferrocarriles de pasajeros y de cargas, la renovación y el mejoramiento de la infraestructura y la incorporación de tecnología. El proyecto toma como referencia la reciente experiencia francesa, donde se reunificó todo el sistema ferroviario bajo un “gran holding público”. Ferrocarriles Argentinos será el paraguas para la Sociedad Operadora Ferroviaria (Sofse), la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF) y Belgrano Cargas y Logística. “Se ha planteado como objetivo central lograr una red ferroviaria con logística plenamente integrada al circuito productivo regional y enlaces comerciales a los países limítrofes”, puede leerse en los fundamentos del proyecto. Algunos legisladores llegaron a estimar durante el transcurso del debate parlamentario que las economías regionales podrían beneficiarse con una reducción de sus costos cercana al 80 por ciento, a partir de la reactivación del sistema de cargas.

El proceso de recuperación de los ferrocarriles fue paulatino. Arrancó en 2008 con la creación de dos empresas estatales, la Sofse y ADIF, y se potenció luego de la tragedia de Once. En la Cámara de Diputados, la izquierda del FIT más Victoria Donda (Proyecto Sur) votaron en contra. En el Senado expresaron su voto negativo Pino Solanas (ex alianza Unen) y Norma Morandini (Alianza Frente Cívico). Solanas ha basado su carrera política en la supuesta defensa de los ferrocarriles y los recursos naturales. “La destrucción del ferrocarril fue el plan más perverso. Se robaron los 37 talleres-fábricas y desaparecieron cuatro mil vagones del Belgrano Cargas. Este tema no tiene que tener distinciones partidarias. Es algo estratégico ligado a qué modelo de país queremos”, explicó, para luego emitir su voto no positivo.

El cierre del debate estuvo a cargo de Juan Manuel Abal Medina, titular de la Comisión de Presupuesto. “Este es un debate histórico. Tenemos que recordar dónde estaba la Argentina antes de 2003. Se había caído el Estado. Por eso hoy recuperar ferrocarriles significa recuperar soberanía”, concluyó el senador, luego de citar la histórica frase de Raúl Scalabrini Ortiz “adquirir ferrocarriles es adquirir soberanía”.

spremici@pagina12.com.ar

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