Dos querellas responsabilizan sólo al motorman, como lo harán los ex funcionarios y empresarios. Otro grupo de víctimas pidió duros castigos para Jaime y Schiavi.
Horror. 22 de febrero de 2013. Un vagón montado sobre el otro en Once: 51 muertos y 789 heridos. Foto: Gerardo Dell'Oro
Fueron hasta ahora 114 audiencias. Pasaron más de 200 testigos, entre sobrevivientes, rescatistas, médicos, ingenieros, peritos contables y muchos otros. Y todavía falta un poco más. El juicio por la tragedia de Once ya comenzó en su etapa final, y se espera que en aproximadamente un mes se conozca el veredicto.
Se trató de un proceso muy engorroso pero llamativamente rápido para los tiempos que suele manejar la justicia argentina. El accidente en el ferrocarril Sarmiento, en el que murieron 51 personas (incluida una embarazada) y 789 terminaron heridas, sucedió el 22 de febrero de 2012; el juicio oral arrancó el 18 de marzo del año pasado y se espera que para fines de octubre se conozca el fallo del Tribunal Oral Federal N° 2, y hacia fin de año sus fundamentos.
¿Qué sucedió hasta ahora?, ¿qué es lo que se viene?
Los acusados: Los 28 acusados pueden ser divididos en tres grupos. Por un lado está el maquinista Marcos Antonio Córdoba, quien conducía el tren Chapa 16 que protagonizó el accidente. Desde el inicio su postura fue que los frenos de la formación le fallaron al momento de entrar en la terminal de Once. Sin embargo, él mismo declaró que no había tenido problemas en el trayecto anterior, salvo que se pasó en la frenada en la estación Floresta. En las pericias quedó determinado que al tren le faltaba uno de los ocho compresores de frenos y que otro andaba mal, pero algunos sostienen que eso era suficiente para que la formación frenara. Por ahora está formalmente acusado de "estrago culposo", figura que tiene una condena de 1 a 5 años de cárcel.
El otro grupo de acusados son los ex funcionarios: los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi y los ex interventores de la CNRT Antonio Sícaro y Pedro Ochoa Romero. Se los acusa por el estrago y por "administración fraudulenta contra el Estado", que plantea de 2 a 6 años de prisión. El argumento contra ellos es que no controlaron que la concesionaria TBA usara correctamente los subsidios estatales que debían destinarse al mantenimiento del Sarmiento.
En tercer lugar están los hermanos Sergio y Mario Cirigliano, los ex propietarios de TBA, y otros directivos y gerentes de la empresa. Están procesados por los mismo delitos que los ex funcionarios, y el cargo contra ellos es que desviaron los fondos que debían usar para mantener el servicio.
¿Qué dijeron las querellas 1 y 2? El total de querellantes (los sobrevivientes y familiares de víctimas) fue dividido en cuatro grupos. Los 1 y 2 hicieron sus alegatos el lunes pasado, y pidieron que solamente se condene al maquinista por "estrado con dolo eventual", con una pena de hasta 22 años, para lo cual el Tribunal debería cambiar la carátula en su veredicto. Afirman que Córdoba desactivó el freno de "hombre muerto", que no advirtió por handy que el tren tuviera problemas, que los anteriores maquinistas que usaron esa formación tampoco reportaron inconvenientes con los frenos, entre otros argumentos. Al considerar a Córdoba como responsable directo, no cargaron contra los ex funcionarios y empresarios.
¿Qué pidió el grupo 3 de querellantes? Es el que tuvo la postura más dura. Entre otros componen este grupo los padres de Lucas Menghini Rey, el joven cuyo cuerpo fue encontrado entre los restos del tren 57 horas después de la tragedia. Pidieron que se condene a los ex funcionarios y concesionarios por el delito de "dolo eventual en concurso con administración fraudulenta", con penas de 18 años para Sergio Cirigliano, 15 para Jaime y Schiavi y entre 10 y 12 años para el resto. Para ellos, está probado que los empresarios desviaron los subsidios (los acusan de haber pagado vuelos privados y hasta el esponsoreo de un auto de carreras, entre otras cosas) y que los funcionarios no los controlaron (no aplicaron multas, por ejemplo). Se basaron, entre otras pruebas, en los informes de la Auditoría General de la Nación, que denunciaron numerosas irregularidades en el Sarmiento. Por el contrario, no acusaron a Córdoba.
Las defensas. Si bien aún no llegó el turno de sus alegatos, desde el primer momento afirmaron que el único responsable es Córdoba. De hecho, Sergio Cirigliano declaró que "en ningún momento sacamos un tren que no fuera seguro". Schiavi afirmó que "no hay una sola prueba concreta de incumplimiento de obligaciones legales", y Jaime llegó a decir que el juicio tenía un motivo "político".
Incidentes El último 25 de mayo murió por una descompensación cardícada Antonio Luna, quien también era uno de los acusados, ya que ocupaba el cargo de subsecretario de Transporte Ferroviario.
Además, hubo cinco testigos que terminaron acusados de falso testimonio: los ex guardas Miguel Angel Gerónimo y Patricio Juárez; el inspector de la CNRT Carlos Testuris; el perito oficial Néstor Luzuriaga; y Jorge Hilgberg, un empleado de ENFER, los talleres ferroviarios que pertenecen a los hermanos Cirigliano. En todos los casos se les abrieron causas paralelas porque sus declaraciones eran incongruentes o porque se negaban a dar información.
Una tercera curiosidad fue la suspensión del abogado Gregorio Dalbón, de la querella 1, a quien se le prohibió ingresar a los debates por hechos de indisciplina. El proceso tuvo que ser continuado por sus socios.
Lo que falta. Mañana será el turno del alegato del grupo 4 de querellantes, a cargo de Patricia Anzoátegui. Luego comenzará el alegato del fiscal Fernando Arrigo. Para terminar podrán hacer sus descargos las defensas. Por eso se espera que el fallo se conozca hacia fines de octubre.
Fuente: Por: Pablo Novillo diario clarin
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