Por GABRIELA CERRUTI | 13 de octubre de 2016
Los Macri trataron de ordenar papeles para su negocio más millonario. Angelo Calcaterra dijo que iba a vender IECSA, pero no sólo no lo hizo sino que compró a su controladora, ODS, y anunció que salía de la Bolsa de Comercio para que sus balances no sean públicos. El Presidente Mauricio Macri le otorgó cuarenta y cinco mil millones por decretos para una obra que por licitación saldría dos mil millones y debía conseguir financiamiento propio. #LaFamigliaFoto: Enrique García Medina
Sólo dos días antes de que el presidente Mauricio Macri anunciara el inicio de las obras del soterramiento del ferrocarril Sarmiento, financiada por decreto a un costo de cuarenta y cinco mil millones de pesos, su primo, Angelo Calcaterra, le comunicó a la Comisión Nacional de Valores que su empresa se retiraba de la oferta pública. Calcaterra, beneficiado por el contrato, dejó así a la empresa a salvo de tener que presentar balances públicos e informar quiénes son los verdaderos dueños de la compañía.
La historia se repite. La primera gran obra pública encarada por Mauricio Macri como jefe de gobierno porteño fue el entubamiento del arroyo Maldonado, que le otorgó a la que fuera históricamente la mayor empresa de la familia Macri, IECSA.
Unos meses después, Iecsa también ganó el soterramiento del Sarmiento. Fue entonces cuando, en un pase de manos dudoso y nunca confirmado, el primo Angelo Calcaterra, asociado a la empresa Ghella, comenzó a figurar como dueño, para proteger la figura de Mauricio Macri, ya lanzado a la política. Calcaterra, liderando un consorcio conformado por IECSA, la italiana Ghella y la brasileña Odebrecht, ganó esa licitación hace diez años. El monto de la obra entonces era de 2.798.956.410. Las empresas se comprometieron en la oferta a financiarse con crédito externo, pero ese dinero nunca apareció. Odebrecht pasó a estar investigada en Brasil por escándalos de corrupción y la obra quedó estancada.
Hasta ahora. Ayer el Presidente visitó la obra y la “puso en marcha”. Antes, Macri, que sigue siendo el dueño real de IECSA, firmó el decreto 797/2016 por el que el gobierno realizará el mayor desembolso hasta el momento en obra pública: $ 45.000 millones. Se repartirán este año $ 300 millones, en 2017 y en 2018 $ 8.940 millones para cada año y $ 28.820 en los períodos siguientes.
El primo Angelo y el gerente general Santiago Altieri, mano derecha de Mauricio Macri en todas sus empresas que sigue a cargo de IECSA, vienen anunciando desde principios de año la supuesta venta de la compañía para ocultar la manifiesta incompatibilidad de la contratación. En la última semana de setiembre, dejaron saber a través de un artículo en Clarín que ya estaba un proceso de venta en marcha a una empresa china. Sin embargo, la empresa no se vendió y el miércoles 5 de octubre, en su última reunión de directorio, decidieron retirarla de la oferta pública. El mismo mecanismo que ya había utilizado en marzo SIDECO, la otra empresa familiar de los Macri, para que sus movimientos y balances pasen a ser secretos.
Angelo es Mauricio
La venta de IECSA, si alguna vez se concreta, es tan ficticia como fue su compra por parte de Angelo. La empresa es controlada por un conglomerado, el grupo ODS, que integra Calcaterra y los italianos Ghella. Calcaterra anuncia que venderá IECSA para que no acusen a su primo de favorecerlo con obra pública. Pero, antes de hacerlo, compró ODS, la empresa controladora de IECSA.
Una vez más, un velo societario para encubrir lo evidente: como durante los últimos cuarenta años, los Macri, sus amigos y parientes, siguen manejando los grandes negocios dentro y fuera del Estado.
El 3 de marzo de este año, la Comisión Nacional de Valores autorizó a Ángelo Calcaterra a comprar la totalidad de acciones de ODS S.A. Unos meses antes, Ghella le había vendido sus acciones en ODS y en IECSA.
Así figura en la comunicación que la empresa hace ante la CNV: “Como consecuencia de lo cual el Sr. Ghella Lorenzo habrá transferido y accionista Angel J. A. Calcaterra habrá adquirido, el control de la sociedad por tener el 51 % del total del capital social y votos de ODS S.A. Asimismo, se informa que en virtud de la transferencia mencionada, los accionistas de ODS S.A. iniciarán un período de negociaciones que podría derivar en la transferencia a favor del Sr. Calcaterra, de parte y/o toda la participación accionaria que la sociedad Ghella S.p.A posee indirectamente en la Emisora”.
Pero al ser dueño de la controlante ODS, una vez más será una venta ficticia. Tan ficticia como fue la venta de IECSA en el 2007.
Desde mayo de este año, Calcaterra es el presidente de ODS y Santiago Altieri el gerente general. Santiago Altieri es prolífico en apariciones en el Boletín oficial de la República Argentina y en los reportes de la Comisión Nacional de Valores. Una rápida búsqueda deja claro que fue, por lo menos, presidente de Profinga, GNC Galileo, IECSA, CREAURBAN, Focolare, Madero Urbana. La lista es larga, y cambia cada año. Todas las empresas controladas por ODS y varias más de SIDECO lo cuentan en su haber, como director, socio, o en funciones ejecutivas o de conducción.
Altieri mantuvo una fluida relación con Ricardo Jaime cuando era Secretario de transporte y fue procesado acusado de haber entregado “dádivas” al entonces funcionario a cambio de obtener privilegio en algunas licitaciones. En ese momento, resignó su lugar de presidente de empresas y durante un tiempo pasó a ser simplemente director.
Según los edictos, actas y comunicaciones a la Bolsa de Valores del año 2006, en que se propone por primera vez la venta de IECSA/CREAUrban, Santiago Altieri era el presidente, acompañado por Juan Ramón Garrone como vicepresidente.
Lo curioso es que Altieri y Garrone siguieron manejando las empresas pese a la supuesta venta a Angelo Calcaterra del paquete accionario de las dos empresas, el posterior ingreso de la italiana Ghella (a través de Latina de Infraestructuras, Ferrocarriles e Inversiones SL) y la formación del grupo ODS y, ahora, la compra por parte de Calcaterra de LIFI y de las acciones de Ghella en ODS, controlantes de Iecsa.
El primo
Ángelo y Fabio Calcaterra son los hijos de María Pía, la hermana menor de los Macri. Protegidos de su tío Antonio, nunca tuvieron buena relación con Franco. “Es que crecimos separados, como Franco estuvo pupilo en un colegio, no nos veíamos muy seguido. Y naturalmente, nosotros éramos más unidos”, solía recordar Antonio.
Angelo y Fabio heredaron de su padre una empresa en quiebra, Calcaterra S.A. Fabio se dedicó al negocio de la papa, y llegó a construir un emporio vendiendo papa congelada a las grandes cadenas de comida rápida. Angelo ingresó a SIDECO como empleado y amigo de su primo Mauricio.
En apenas seis meses, transcurridos desde que Mauricio Macri decidiera presentarse como candidato a jefe de gobierno porteño y el lanzamiento de su candidatura a principios de 2007, se sucedieron compras, ventas y pases de acciones para preparar las contrataciones ocultando las incompatibilidades:
El 20 de junio de 2006, IECSA adquiere el 10 % de las acciones de Calcaterra ASA.
El 25 de agosto de 2006, IECSA adquiere el 40 % de Calcaterra SA.
El 19 de marzo de 2007 IECSA adquiere el 50 % de Calcaterra S.A.
Un mes después, SIDECO Americana SA, controlante de IECSA , le vende la empresa a Calcaterra. Esto es: Angelo Calcaterra, gerente de SIDECO, le compra a esta última la empresa IECSA que, a su vez, había comprado unos meses antes Calcaterra SA.
Calcaterra no podía demostrar poseer los fondos para comprar IECSA, entonces aparece Ghella SA, una empresa italiana de fuertes vínculos con Mauricio Macri, para emprolijar los papeles.
La explicación de Franco Macri señala a la pelea que tenía en ese momento con su hijo mayor y siembra dudas sobre la operación. En una entrevista realizada durante la investigación del libro El Pibe, en las oficinas del Macri Group, dijo Franco: “Hubo un interés muy fuerte de un grupo, pero finalmente no se llevó adelante la negociación. No supe por qué. Es posible que el mismo establishment de los funcionarios de la empresa que respondía a otros intereses de alguna forma haya impedido la venta. Entonces apareció Angelo, con un socio italiano, la empresa Ghella. Nunca terminé de saber quién compró. Nunca supe si el accionista es único, si es Calcaterra o Ghella…”.
El establishment de funcionarios al que se refiere son Santiago Altieri y Leonardo Maffioli, gerente general de las empresas del grupo y mano derecha de Mauricio. Maffioli se quedó en Socma/Sideco y Altieri pasó a ODS/IECSA.
Un pase de manos similar al que intentan ahora con ODS e IECSA: Ghella le vende su parte en ODS a Calcaterra; Calcaterra queda como único dueño de ODS; venden IECSA, que mantiene a sus funcionarios, y siguen controlándola desde ODS.
El estado paralelo
La lectura de las memorias y balances de la empresa en diciembre pasado dan cuenta de un fenómeno peculiar: con las mismas palabras, el mismo lenguaje, el mismo diagnóstico, parecen escritas por el Ministro de Economía de la Nación.
Fueron un estado paralelo durante cien años. Hoy son el Estado.
En el último balance de ODS presentado ante la Comisión de Valores, se reitera que SIDECO conserva una prenda del cien por ciento de las acciones de IECSA, Madero SA y Creurban, las tres principales empresas del holding. Esa prenda oficia de contradocumento de la supuesta venta y permite que la operación sea reversible en cualquier momento en que lo decidan.
IECSA tuvo a su cargo casi el cinco por ciento de las obras públicas contratadas desde el gobierno nacional durante la administración kirchnerista, por alrededor de quince mil millones de pesos. En varios de esos emprendimientos se presentó en asociación con empresas de Lázaro Baez.
En la causa en la que el juez Sebastián Casanello procesó a Lázaro Baez, Calcaterra y Altieri aparecen mencionados recurrentemente como socios del empresario santacruceño.
@gabicerru
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