sábado, 16 de noviembre de 2013

Los ojos taficeños miran a China

Sólo una de las 10 naves de los talleres ferroviarios funcionan a pleno. Un conflicto enfrenta a obreros con la patronal. Una comitiva china visitó ayer las instalaciones: Autopartes, en una etapa inicial

FUNDICION. La nave mas amplia y en desuso del gigante ferroviario. LA GACETA / FOTOS GENTILEZA DE ARIEL ESPINOZA

Por: Alberto Horacio Elsinger aelsinger@lagaceta.com.ar @aelsinger

"En rigor de verdad sólo la reactivación de 1984 fue la más prometedora de las diversas clausuras y reaperturas de los talleres ferroviarios taficeños". La reflexión de Ramón Eliseo Albornoz no es caprichosa. Tampoco, partidista ni apresurada. Mas bien, se podría decir realista y atinada. No obstante ello, la ilusión de recuperar la total actividad fabril del gigante ferroviario sigue siendo un asignatura pendiente para el actual gobierno. Ayer, la ilusión volvió con la visita de una comitiva de funcionarios y empresarios de China, que invertirán en los ferrocarriles argentinos y, en particular en el coloso taficeño, según se informó. La delegación estuvo tres horas en Casa de Gobierno, y alrededor de las 15 visitó los talleres. El jefe de la planta, ingeniero Oscar Guzmán, dijo que China está interesada en usar las instalaciones taficeñas para construir autopartes en una etapa inicial, y luego vagones.

Sube y baja
Los talleres sufrieron varios cierres y aperturas desde que se reactivaran en el 84. Incluso en 1994 pasaron a depender del gobierno tucumano. Además, en 1995 fueron otra vez cerrados. No obstante ello se conformaron dos cooperativas de trabajo. "Una, que presidió el ingeniero Juan Luis Sicergel y otra, que contó con el liderazgo de Ramiro Rearte. Esta última se mantuvo hasta el 2003 con Juan Tomás Caro y Domingo Sanna, cuando el gobierno de Néstor Kirchnerrealizó la reapertura parcial. Y en octubre de 2008, se lanzaron las obras de refacción, financiadas por la Nación, en la nave de vagones", acotó Benito Aguilera, quien se desempeñó en el área de Fundición.

"Asimismo, hubo gente que depredó las instalaciones durante el gobierno democrático de Bussi. Vendieron por chatarra hasta maquinarias y miles de kilos de viruta de hierro, cobre y acero", comentó el actual jefe de planta.

Una nave
En la actualidad sólo funciona una nave, que ocupa dos hectáreas, incluida la sección Herrería. Se trata de la nave de vagones donde se realizan reparaciones de desvíos como en los talleres de Güemes o como era en una época la estación Mate de Luna.

"Se trabaja sobre material rodante de carga muy deteriorado, que es reparado a nuevo. Se le cambia todo el sistema de enganche y el de frenos -zapata-. Incluso hay piezas que se elaboran con los tornos que hay en la otrora fábrica ferroviaria", describió un operario, que prefirió mantener su nombre en el anonimato.

"Reconstruimos los vagones a código 77 o graneleros -añadió-. Se les eliminan las puertas de ambos costados para convertirlos en unidades cerradas".

Por su parte, Ignacio P. Díaz destacó que a los vagones también se les agregan las tolvas -especie de triángulos- y se les construyen salidas laterales, para descargar por ellas los granos -soja, maíz, trigo. "Asimismo se renuevan las lervaduras o vainillas de la chapa. Se les hacen y cambian los bogies (sistema de rodamiento ferroviario). Estos últimos se someten a un tratamiento para control de calidad y de seguridad. Los bastidores (chasis completo) antes se fabricaban aquí", destacó.

La actual planta permanente de la fábrica ferroviaria taficeña está conformada por 109 personas y fue incluida entre los activos transferidos a la flamante estructura estatal denominada Belgrano Cargas y Logística Sociedad Anónima (BCLSA), integrada por la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado, por la Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado y por la Administración General de Puertos Sociedad del Estado, según informó Guzmán.

Explotación comercial
La empresa estatal BCLSA, presidida por Marcelo Bosch, tiene por principal objetivo la prestación y explotación comercial del servicio del ex Ferrocarril General Belgrano. Ello incluye la operación y logística de trenes, la atención de estaciones, el mantenimiento del material rodante, infraestructura, equipos, terminales de carga y servicios de telecomunicaciones y todas las demás actividades, de acuerdo a lo establecido en el Decreto de Necesidad y Urgencia 566/2013 que rubricó, en mayo último, la Presidenta Cristina Kirchner.

Conflicto
En las dos últimas semanas las relaciones entre la jefatura de los talleres y un vasto sector de operarios se tensaron. El detonante sería la instalación de una cerca divisoria para sectorizar el predio de 22 hectáreas.

Según el periodista taficeño Francisco Ulloa, la sectorización -de acuerdo con las explicaciones brindadas por Enrique Navarro, coordinador de producción- apunta a "la actual nave de vagones, que será de alistamiento y reparación liviana de vagones. En tanto que la vieja nave de Locomotoras, ocupada hoy como depósito del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, sería destinada a reparación pesada de vagones y locomotoras".

Ante ese escenario conflictivo, los empleados "disidentes" no desecharon una medida de fuerza para hoy.

Una alianza que aún es confusa
La alianza con el gobierno chino aún no está clara para los trabajadores de los talleres ferroviarios taficeños. Lo concreto es que la reactivación ferroviaria del área de cargas es prioritaria en una primera fase. Incluso se especula con que los empresarios chinos se harán cargo de 20 de las 22 hectáreas de los talleres. Las otras dos quedarán para operatividad del actual taller. Nadie sabe precisar a ciencia cierta si el acuerdo incluye o no la contratación de mano de obra taficeña ni de técnicos locales. Sí trascendió que la reactivación del Tren a las Nubes es prioritaria.

- EN RETIRADA.- Al comenzar la década del 70, comenzaron a reemplazarse las máquinas a vapor por las diesel. La medida resintió el funcionamiento de la planta de montaje y por ende las secciones calderería -grande y chica- y soldaduras -eléctrica y autógena-. Los talleres, que en su época de esplendor entregaron hasta 25 vaporeras por mes, degradaron su actividad a la mínima expresión en otras áreas como tuberías de locomotoras, bombas de freno, bielas y cajas, cobrería, herramentaje, taller eléctrico, tornería, fundición, modelo e instalaciones.

- MAS ACTIVIDAD.- Repentinamente la sección desarme de máquinas o desguace, que estaban olvidadas, adquirieron una actividad inusitada|. Tanto adentro como afuera del taller. En ella se rompían y desarmaban las luchadoras que eran sacadas de circulación. Una tras otra quedaban reducidas a montones de chatarra para los hornos de fundición. Y así entre lamentos, nostalgias y nueva tecnología la era del vapor en la industria ferroviaria fue agonizando.


- INQUILINOS.- Durante 1996 y 2003 algunas dependencias de los talleres fueron alquiladas a otras empresas. Así funcionó una vinculada a la industria maderera y otras naves la ocupó una firma warrantera para almacenar azúcar.

- ESTADISTICAS.- En la década del 30, los talleres ferroviarios fueron ampliados para reparar mensualmente 30 locomotoras, 20 coches y 200 vagones. En los 70 sólo se reparaban 20 vagones. En la actualidad se reparan 4 vagones por semana, según el ingeniero Guzmán y la idea es llegar a 400 por año. Pero la realidad no es la misma.

- "NOS PROHIBIERON SACAR FOTOS".- El periodista Ariel Espinoza aseguró que hace una semana, tanto a él como a sus compañeros José Marqués y Franco Díaz, todos afiliados a APDFA, el ingeniero Oscar Guzmán les impidió llevar adelante su trabajo. "Estaba en compañía de Juan Carlos Tabera, quien es asesor contratado de la planta; y nos prohibieron que sacáramos fotos del lugar donde se estaba construyendo la cerca. También fui acusado de hacer política", afirmó Espinoza.

Fuente: La Gaceta