El 24 de julio de 2014 volvió el tren a esta ciudad y hoy, alrededor de las 15 horas, el contingente arribará a Pico para conmemorar esa fecha.Luciano Osvaldo Lullo es un joven que reside en Buenos Aires, hijo de ferroviarios que se quedaron sin trabajo en la década del 90, situación que lo marcó, y con el tiempo plasmó como reportero gráfico ese vínculo con las vías en un Facebook denominado “El Desvío”.
El joven incentivó a varias personas a participar del primer viaje el año pasado, y ahora hizo lo mismo, contagiando a unos 40 pasajeros para afianzar la necesidad de sostener el servicio en el interior del país con el mismo gesto: viajar en tren.Lullo no llegará rodeado de banderas políticas que recuerden a quién hay que agradecer el retorno del tren, sino con un mensaje crítico de quien también viaja a otros puntos del país y advierte en cada lugar que “se avanzó mucho, pero las prestaciones todavía son muy malas”.
El Diario dialogó con Luciano Lullo, quien adelantó que “vamos a viajar vía Realicó, haciendo el transbordo en Bragado, porque así fue como retornó el tren a Pico. Calculamos que viajarán cerca de 40 personas que respondieron a la convocatoria que hice desde Facebook.
A algunas de las personas las conozco y también hay muchos que se engancharon y van a viajar; a muchos los voy a conocer arriba del tren”.Consultado por lo que lo motiva para desarrollar esta actividad, Luciano relató que “mi papá fue ferroviario y quedó afuera en los 90 con el cierre de Ferrocarriles Argentinos, eso me movilizó y como fotógrafo armé el blog y empecé -en 2005- a recorrer pueblos del interior, donde el servicio no anda o anda muy mal.
En esos lugares hablo con los habitantes de la zona, analizamos el impacto del servicio en esa zona y subo las notas; a veces armamos campañas de donación”.
Conciencia
Sobre lo ocurrido con el servicio ferroviario en los últimos años, Lullo consideró que “hubo una toma de conciencia, sobre todo después del accidente fatal en Once del Ferrocarril Sarmiento, que eran servicios concesionados a privados. Ahí se advirtió de manera contundente que a los fondos que el Estado bajaba la empresa nunca los destinaba al material y las vías, por eso creo que ahí hubo una toma de conciencia de la clase gobernante y comenzaron a poner manos a la obra”.
Conciencia
Sobre lo ocurrido con el servicio ferroviario en los últimos años, Lullo consideró que “hubo una toma de conciencia, sobre todo después del accidente fatal en Once del Ferrocarril Sarmiento, que eran servicios concesionados a privados. Ahí se advirtió de manera contundente que a los fondos que el Estado bajaba la empresa nunca los destinaba al material y las vías, por eso creo que ahí hubo una toma de conciencia de la clase gobernante y comenzaron a poner manos a la obra”.
Aclaró que “falta muchísimo todavía, porque los servicios dejan mucho que desear, pero yo siempre digo que no hay peor servicio que el que no se presta, por eso creo también que este es el puntapié inicial para tomar el asunto y darle un cambio”.Señaló que la mejora del servicio “en el área metropolitana es donde más se ve”, y agregó: “Tal vez en el interior no se advierte tanto, pero han retornado muchos servicios, como los dos a General Pico, por Realicó y por Trenque Lauquen, y estamos pregonando para que sea diario como antes, porque por ahora es semanal y extremadamente lento... pero bueno, está”.
Infraestructura
En el marco de la renovación de diversos ramales, Lullo también diferenció entre “lo que se ve” y lo que aún resta para que el servicio mejore. “Hay un clima electoral desde hace ya dos años y lo primero que se ve ante las cámaras es el tren propiamente dicho, la formación, pero la infraestructura en vías sigue siendo muy mala”, consideró.Y ejemplificó al respecto: “Es como tratar de correr en una Ferrari en un asfalto todo roto, por más potencia que tengas vas a tener que ir a dos por hora.
Infraestructura
En el marco de la renovación de diversos ramales, Lullo también diferenció entre “lo que se ve” y lo que aún resta para que el servicio mejore. “Hay un clima electoral desde hace ya dos años y lo primero que se ve ante las cámaras es el tren propiamente dicho, la formación, pero la infraestructura en vías sigue siendo muy mala”, consideró.Y ejemplificó al respecto: “Es como tratar de correr en una Ferrari en un asfalto todo roto, por más potencia que tengas vas a tener que ir a dos por hora.
Acá se está poniendo material nuevo sobre vías viejas y prácticamente sin mantenimiento, por eso es muy lento, aunque los servicios de a bordo son muy buenos y el material rodante es prácticamente de primer mundo. Pero las prestaciones todavía son muy malas”. Remarcó que “esto se ve mucho más en el interior, ya que en Buenos Aires sí se hizo renovación de vías porque la demanda es mucho mayor y los tramos son mucho más cortos”.
Finalmente, el joven capitalino se refirió a la respuesta de la gente en cada lugar donde se reactiva un ramal, a pesar de que muchas veces las condiciones en las que se viaje no sean las óptimas. “Más allá de las prestaciones, el servicio es mucho más económico, sigue siendo mucho más seguro que un micro y tiene un mayor atractivo que otros servicios. Por eso, cuando se abre un servicio nuevo, la gente responde y mucho, más allá de que demore, que las frecuencias sean bajas; por eso digo que la oferta es muy mala y la demanda es mucha”, concluyó.
Fuente: El Diario de la Pampa
