domingo, 23 de febrero de 2014

Una multitud de personas participó del acto en Plaza de Mayo por la tragedia de Once

Luego de la actuación de grupos de música se vió un video que sintetizó el año de lucha desde que ocurrió el accidente; recordaron a sus seres queridos y pidieron justicia "sin banderas políticas"

 

Una multitud de personas conmemoró desde la tarde en la Plaza de Mayo un acto a un año de la tragedia de Once para reclamar por justicia. En uno de los párrafos del documento central consensuado que se leyó, al final, se aludió a Cristina Kirchner: "Anoche la Presidenta se acordó de nosotros con un mensaje más hiriente que el propio silencio. Un abrazo solidario tardío, la masacre es producto de la inacción de su propio gobierno". Se los denominó "asesinos de escritorio" a los políticos y empresarios responsables de esta masacre que los encuentra unidos.

Familiares de las víctimas de la tragedia de Once y sobrevivientes del accidente ocurrido hace un año participaron de este festival musical y de este acto en Plaza de Mayo en recuerdo de sus seres queridos, aunados con el pedido de justicia "sin banderas políticas".

Luego de un video que sintetizó el año de lucha, se pidió un aplauso y un pedido unánime de justicia. Habló el premio nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. "La desidia, los intereses económicos, políticos, el silencio que nos lleva a la impunidad no podemos desconocerlos. Nunca más la impunidad en el país. Nunca más", proclamó. Y reclamó "la nulidad total y absoluta a los empresarios" que tienen la concesión del servicio de trenes.

Luego, familiares de las víctimas tomaron la palabra. Un familiar de "Coqui", uno de los 51 muertos, leyó palabras de recuerdo. Recordó los caminos recorridos. Pidió "justicia para todos". Siguió la familia de "Tati", de 24 años. Habló de su vida; también pidió "justicia para todos". Los familiares de "Pablo Zanotti" también lo recordaron con un breve texto. Y así fueron pasando cada uno con una intervención fue muy emotiva seguida de aplausos.

"Pido que la mano de la justicia sea implacable; todos debemos ser medidos por la misma vara", reclamó, a su turno, Susana, hermana de María Scidone. "Pedimos memoria, verdad y justicia para todos los que padecieron una tragedia más allá de los gobiernos de turno".

Vanesa Toledo, hija de Graciela Díaz, reclamó: "La Justicia no se pide, se exige". Cuando tomó la palabra Edwin Ojeda, marido de Tatiana Lezano, embarazada de Uma, de 6 meses, dijo: "A ella no la veo llegar de su trabajo, no veo crecer a Uma, pero veo caminar con total libertad a los corruptos que forjaron esta masacre".

"TODOS LOS INTEGRANTES DEL GOBIERNO TIENEN ALGUNA RESPONSABILIDAD"

Uno de los momentos centrales fue la lectura del documento consensuado por todas las víctimas. "Este acto no es una victoria, esta acto nunca debió haber existido", leyó María Luján Rey, madre de Lucas. "Vengan de donde vengan los asesinos son asesinos, los cómplices son cómplices por eso deben ser condenados".

"Aunque tengan el cargo que tengan deben pagar por su responsabilidad en la masacre", leyó Paolo Menghini, padre de Lucas. "Todos los integrantes del Gobierno tienen alguna responsabilidad por lo sucedido". María Luján apuntó: "Anoche la Presidenta [Cristina Kirchner] se acordó de nosotros con un mensaje más hiriente que el propio silencio. Un abrazo solidario tardío, la masacre es producto de la inacción de su propio gobierno". Cuando nombró a la presidenta se escucharon silbidos.

"Desde el poder ejecutivo se vanaglorian de lo que hicieron en un año. ¿Faltó plata? no, hubo. ¿Faltó tiempo?, no. Les faltó querer cumplir con las promesas que quedaron sólo en anuncios en 2006", dice en otro tramo del documento. Se los denominó "asesinos de escritorio".

"Las obras ejecutadas se están haciendo sin control de gastos ni de plazos", cuestionó. Piden en el documento una supervisión del Poder Legislativo. "Un día es mucho, pero un año es demasiado para el grado de abandono que hemos vivido. El daño es inmedible. Tanto como la vergüenza que da tener que pedir ayuda en lugar de recibirla".
OTROS EPISODIOS DEL ACTO

Durante el festival también se proyectó un spot realizado en el marco de la campaña "500.000 caras por justicia", que impulsaron los familiares desde la tragedia.

Allí se pudo ver a distintos actores y figuras públicas, entre ellos Bebe Contemponi, Cecilia Roth, Dady Brieva, Alejandro Fantino, Luciano Cáceres, Carolina Papaleo, Mirta Busnelli, León Gieco, futbolistas y músicos de Las Pastillas del Abuelo y La bomba del tiempo, entre otros.

"Hay más de 500 mil caras. Hay 40 millones de caras, no hace falta que les pidamos una foto a cada uno de los argentinos", sostuvieron desde la organización.

Cabe aclarar que problemas con el generador eléctrico demoraron el inicio del acto central; luego fue reemplazado por otro equipo, que por momentos también tenía problemas. Sin embargo, las personas permanecían pacientes en el lugar, en silencio, con aplausos.

Más temprano, Paolo Menghini Rey, padre de Lucas, una de las víctimas había dicho: "Queremos que este acto siga con el espíritu de memoria para las víctimas y de un franco pedido de justicia sin banderas políticas, tal como ocurrió esta mañana en la estación y este mediodía en la catedral".

Silvia, esposa de Claudio Belforte, fallecido en el accidente, confesó que "nunca participé de un acto, pero hoy estoy acá porque siento el amor de la gente y es reparador".

Para ella "estar todos juntos nos da fuerza para pedir que esto nunca vuelva a ocurrir y para seguir unidos pidiendo justicia sin banderas políticas".

En tanto, Haydeé, madre de Juan Carlos fallecido en al tren siniestrado, bregó para que "esto no vuelva a ocurrir, por eso es importante que todos los argentinos nos acompañen, porque esta tragedia está más allá de cualquier bronca cotidiana".

La mujer pidió que "si hay políticos que quieran venir, que vengan, sin banderas, como cualquier ciudadano".
OTROS QUE DIJERON "PRESENTE"

Entre quienes estuvieron el el acto figura el diputado porteño por el PRO, Sergio Bergman, que aseguró que el accidente ferroviario fue "producto de la negligencia y la corrupción" y afirmó que esto "no se termina de asumir". El rabino señaló que "hay una necesidad de que toda la sociedad se movilice" y reclamó que "todo el cuerpo social reaccione".

"Estamos movilizados por esta tragedia que es de algo que se quiso omitir y todavía no se termina de asumir", sentenció Bergman.

Por su parte, Juan Carr, titular de Red Solidaria, destacó "la reacción de distintos espacios sociales y políticos que abrazan con sinceridad a las familias en su reclamo de justicia" y lamentó que "algunos quieran obtener réditos personales".

"Tengo fe en la madurez del pueblo que puede distinguir entre reclamo de justicia y oportunismo político de pocos", agregó el dirigente social.

También estuvo la diputada nacional por la Coalición Cívica Patricia Bullrich, que aseguró esta tarde que está en la Plaza de Mayo para que "no haya impunidad" en la tragedia de Once. "Estamos en una semana en que se han tratado temas vinculados con la Justicia, por un lado lo que hace al atentado a la AMIA y por otro lado para que no haya impunidad en el primer aniversario de esta tragedia del tren", manifestó Bullrich

Por el escenario de Plaza de Mayo pasaron músicos y familiares que leyeron recordatorios y un documento generado por los allegados a las víctimas.

Hoy, a las 8.32 de la mañana, hora del accidente ocurrido en 2012 en la estación de Once en el cual murieron 51 personas, familiares y amigos realizaron un acto en el andén donde se produjo el siniestro y luego participaron de una misa en la catedral metropolitana.

Fuente: lanacion.com

Pedido de justicia para los 52 muertos

Con momentos de llanto y dolor evidentes, el acto en la estación, la misa en la Catedral y la concentración en Plaza de Mayo coincidieron en pedir juicio y cárcel a los responsables del accidente de febrero de 2012.

Familiares de las víctimas fatales de la tragedia de Once recordaron ayer a sus seres queridos y reclamaron justicia, a dos años de que una formación de la línea Sarmiento impactara contra la valla de contención de la estación causando 52 muertos y 800 heridos. En un día nublado, que parecía acompañar el dolor de todos, como homenaje se realizaron tres grandes actividades. Por la mañana, en la misma estación se llevó a cabo una ceremonia donde se hizo sonar una sirena a la hora exacta en la que se produjo el accidente y se colocaron ofrendas florales en el memorial que se levantó en el lugar, junto a un mural con fotos de los fallecidos. El programa continuó a las 11.30 con una misa en la Catedral metropolitana, mientras que, pasadas las 19, cientos de personas se congregaron en la Plaza de Mayo para presenciar el acto central en el que, además de los familiares, estuvieron presentes la titular de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Nora Cortiñas, el responsable de la Red Solidaria, Juan Carr, y el director de cine Juan José Campanella.

Con remeras que tenían inscriptas la leyenda JU5T1(+1)CIA, la foto y el nombre de sus seres queridos, los familiares fueron llegando a la estación desde las 7.30. Para las 8.15, todos aguardaban en silencio que llegaran las 8.32, hora exacta en la que se produjo el impacto del tren, que “les cambió la vida para siempre”, tal como señaló Paolo Menghini, primer orador de la ceremonia y padre de Lucas, quien falleció en la tragedia. Llegado el momento, los familiares hicieron sonar la sirena por un minuto y dieron inicio a la ceremonia en el andén 2.

El padre Diego, que acompañó a los familiares desde el primer día de la tragedia, fue el segundo orador y destacó que las recordaciones son “momentos de intimidad y fuerte comunión para abrazar y contener, hacer memoria y unir”. El cura también valoró la posibilidad de que la Justicia obligue “a los responsables irresponsables” de la tragedia estar frente “a un tribunal” al tiempo que consideró que “la cárcel es buena porque obliga a pensar en las víctimas”.

Tras las palabras del padre Diego, Mónica Bottega, madre de Tatiana Pontiroli, quien también falleció en el accidente, leyó una carta del papa Francisco en la que mostraba su profundo dolor y se solidarizaba con los familiares. El acto finalizó con un reclamo de justicia de viva voz por parte de los familiares de las víctimas. Luego, en medio de llantos y voces entrecortadas, los familiares tomaron cada uno un crespón negro, caminaron hacia el andén 1 y los colocaron sobre el memorial, junto a un mural con fotos de los fallecidos y un cartel que reclamaba por justicia. Hacia las 9.30, cuando se colocaron los últimos crespones, todas las voces que estaban dispersas por los andenes, no sólo las de los familiares, sino las de trabajadores, vendedores de los puestos y personas que se habían acercado, se fundieron en un sólo grito: “Justicia para los muertos y heridos de Once”.

Alrededor del mediodía, cientos de personas se acercaron a la Catedral porteña y participaron de la misa que se realizó en conmemoración a las víctimas del 22 de febrero de 2012. Cercanas al altar, 52 velas recordaban a los fallecidos. Entre lágrimas contenidas y carteles pegados en los bancos y la pared, el obispo auxiliar Eduardo García recordó que “algo que la muerte no puede matar es el amor por aquellos que amamos”, y pidió rezar por ellos y “por los que vendrán después de nosotros, para que esta vida de lucha traiga vidas más cuidadas”.

Luego de la eucaristía, el obispo pidió que se nombraran en voz alta a los que perdieron la vida en el fatal accidente de la estación de Once. Los nombres fueron recitados por muchas voces, algunas entrecortadas por el llanto. “A todos ellos, dales, Señor, el descanso eterno”, dijo García, que pidió que “Dios haga brillar su luz sobre ustedes y les conceda la paz”. A las 17, con puntualidad, una radio abierta a cargo de un programa de radio de Ramos Mejía dio comienzo a una serie de charlas con familiares, periodistas y distintas personalidades del mundo de la cultura. En un pequeño escenario en la plaza, que se iba llenando de a poco, se presentaban historias de vida, canciones y poemas.

“No voy a parar hasta que se haga justicia. No le deseo a nadie perder un hijo. A veces no tengo ganas de levantarme, pero después pienso que si no hago algo por mi hijo, nadie lo va a hacer. Ahora empieza el juicio y confío en que se va a encarcelar a los responsables. Pero también queremos que se mejore la situación del transporte ferroviario, para que no vuelva a pasar algo así nunca más”, sostuvo ante Página/12 María Ester Luna, madre de Federico Bustamante, otra de la víctimas fatales. Con fortaleza, Luna contó que “el día anterior al accidente, se había comprado una moto. Nunca la pudo usar. Todavía la tenemos. A mí no me gustaba y le decía que era peligroso. Era más probable que tuviera un accidente en la moto que en un tren. Todavía no puedo creer lo que pasó, la herida sigue abierta”.

“Estos dos años fueron de mucho dolor e impotencia. Con mis 77 años mantengo todo lo que Mónica dejó. Estoy a cargo de la radio y la ONG en las que trabajaba. Era muy apasionada, lo heredó de familia. Ella ya se fue y eso no se puede solucionar, sólo resta hacer justicia y determinar las causas del accidente y sus responsables”, confió Andrés Garzón, que perdió a su hija en el accidente.

Pasadas las 19, con la plaza repleta, familiares de las víctimas avanzaron al escenario para dar comienzo al acto principal. En una constante, los nombres y las fotos de sus seres queridos que perdieron la vida se veían en remeras y carteles que llevaban consigo. A pesar de la tragedia, las víctimas siempre estuvieron presentes.

“Son muy pocas las convocatorias que mantienen la misma cantidad de gente apoyando dos años seguidos, hemos trabajado con todo este dolor y con mucha coherencia y respeto. Esta plaza está colmada igual que el año pasado y es una ola de amor irrefrenable que impulsa nuestro pedido de justicia”, señaló Paolo Menghini, a la vez que agregó que “el avance de la causa judicial es imparable, el 18 de marzo arranca un juicio oral con 300 testigos y pericias concretísimas para condenar a los responsables”.

Fuente: Pagina12