El motorman Julio Benítez declaró este lunes por la noche a la Justicia que tiene un "recuerdo borroso" del hecho ocurrido el sábado pasado en la estación Once y que en algún momento del trayecto tuvo una "sensación de ahogo". Además negó haber extraído el disco rígido de la formación accidentada.
"Los recuerdos que tengo del hecho son borrosos. Tengo algunos recuerdos, pero después otros que no puedo asegurar que ocurrieron porque la misma rutina de trabajo me pudo llevar a insertar un recuerdo en ese momento. Lo que si yo le puedo citar es que en un determinado momento sentí una sensación de ahogo que pasó y después volvía intermitentemente", dijo Benítez al ser indagado por el juez Ariel Lijo.
"Recuerdo el impacto, que sangraba profundamente la naríz, sentí que perdía mucha sangre me mareaba, que intentaba recuperar mis pertenencias porque estaba todo desparramado, recuerdo que me asistieron los bomberos", afirmó el motorman.
"Comienzo a recuperar la conciencia cuando estaba en un hospital o clínica y ya estaba con suero, con todo, vinieron los análisis y los estudios, no recuerdo haber tenido problemas mecánicos con la formación, hasta donde recuerdo andaba bien", agregó. Añadió además que en todo momento recibió las indicaciones de seguridad de la base de control.
En otro momento de su declaración, Benítez negó haber extraído el disco rígido de la formación accidentada "ni nada respecto de él". Por otro lado sostuvo que no padece "ninguna enfermedad crónica" pero sí padece "mucho el dolor de muelas".
Por último, el motorman recordó la tragedia ferroviaria de Once que dejó 51 muertos el año pasado.
"En dos oportunidades previo al accidente de Marcos Córdoba (el motorman de aquella formación) soñé en primera persona que impactaba contra el paragolpe de Once. Yo tuve un arrollamiento días después. Se lo comenté como una cosa curiosa a mi psicólogo, como si tenía alguna relación porque me sentía mal. Le dije que la 'mufa' se la pasé a mi compañero, lo pensé por el sueño, podía habérmelo callado, pero el accidente me conmocionó mucho por las víctimas que hubo y porque me daba una sensación rara de haberlo soñado", expresó.
"Hay cosas que no podría asegurar que ocurrieron, no sé si es la rutina o lo que recuerdo, para nosotros a veces es como andar en bicicleta, paramos por instinto. También quiero aclarar que cuando traté de ver en uno de esos flash vi todo rojo y era porque tenía los ojos llenos de sangre", agregó.
Benítez seguirá preso en la alcaidía de los tribunales de Comodoro Py, este martes será revisado por el Cuerpo Médicoa Forense, y se verá donde queda alojado. Fuentes judiciales confirmaron a minutouno.com que el conductor, quien recibió este lunes al mediodía el alta médica en el sanatorio Dupuytren -donde permanecía internado y fue trasladado a los tribunales de Comodoro Py- compadeció ante Lijo, quien luego resolvió que quede alojado en la unidad 28.
Este martes, médicos legistas lo revisarán para conocer su estado de salud y evaluar si amerita que quede internado en un centro de salud o sea trasladado a una cárcel. Valeria Corbacho, su abogada, declaró ante la prensa que Benítez no recuerda con exactitud el momento del choque y que "sólo recuerda flashes".
"Está muy angustiado", añadió la letrada y precisó que el motorman permanecerá toda la noche en la unidad 28 a la espera de este martes ser evaluado por médicos para ver si lo trasladan a una cárcel o a una clínica para practicarle la rinoplastía indicada por los especialistas del Dupuytren, donde estuvo internado hasta el domingo.
Benítez llegó a las 18.30 al despacho del magistrado con una fuerte custodia policial. El interrogatorio concluyó pasadas las 21.30, supo minutouno.com.
Fuentes judiciales indicaron además que la empresa privada contactada por el juzgado para recuperar las imágenes de la cámara del tren luego de intentos fallidos por parte de Gendarmería y Policía Federal seguía aún realizando tareas para obtener la filmación del disco rígido, que fue hallado en poder del motorman y que captó la cabina del tren chapa 05.
Benitez está imputado del delito de "estrago", con la defensa de la abogada Valeria Corbacho, que patrocina al gremio La Fraternidad y defiende también a Marcos Córdoba, el motorman que será juzgado por la tragedia de Once de febrero del año pasado.
Para los investigadores, el maquinista, que permanece detenido, está complicado porque, además, sospechan que intentó destruir prueba que lo incriminaría.
Para el juzgado, hasta el momento la hipótesis es que el maquinista intentó robar el disco rígido de la cabina. Los investigadores no pudieron ver la imágenes porque está dañado, e intentaban restaurarlo con la colaboración de empresas privadas que se dedican a esa actividad.
El juez ya ordenó analizar los rastros de sangre hallados en la mochila del maquinista y en el disco que fue sustraído, por lo que los peritos determinarán si las muestras tomadas coinciden con las del motorman.
Fuentes judiciales confirmaron a minutouno.com que la hipótesis de que el disco fue "plantado" en la mochila está prácticamente descartada por los funcionarios del juzgado. Consideran que habría sido muy difícil hacerlo ya que en el lugar de los hechos había numerosos testigos, como los paramédicos del SAME, policías y pasajeros.
Hasta el momento varios indicios complican al maquinista del Chapa 05. En la causa iniciada hay evidencias de que el tren que circulaba a una velocidad excesiva y de que, además, el conductor habría extraído, tras el choque, el disco rígido con las imágenes tomadas en la cabina, por lo que habría tenido intencionalidad de ocultar pruebas, sospechan los investigadores.
Lo que estaría claro es que el tren ingresó a 22 kilómetros por hora en el andén, cuando en promedio lo hacen a 12 kilómetros por hora.
En tanto, el juez Lijo ya revisó las imágenes captadas por las cámaras del último vagón del tren, en las que se vería que Benitez aceleró más de lo debido en algunos tramos del viaje.
Minutouno.com
Crédito: Infobae
Por Raúl Kollmann PAGINA 12
La policía custodiaba ayer el andén 2, donde el tren siniestrado permanecía tras una mediasombra. Foto: LA NACION / Patricio Pidal / AFV