viernes, 21 de febrero de 2014

Exclusivo de Infonews: hablan por primera vez los familiares de los motorman de las tragedias de Once y Castelar

Nota de Tiempo Argentino / Infonews Por Florencia Halfon Laksman

Elizabeth Córdoba, mamá del maquinista del tren que chocó en la estación de Once, y Vanesa López, hija del motorman del siniestro de junio pasado en Castelar, dicen que comparten el dolor y la angustia de las otras familias.



Marcos Antonio Córdoba, el maquinista que conducía la formación 3772 que se estrelló en la estación de Once el 22 de febrero de 2012, cuando murieron 52 personas y 791 resultaron heridas, es el único de los 29 imputados que sólo habló de la tragedia en su casa y en el ámbito judicial. Para Elizabeth, su mamá, hay algo más que decir: "Aunque yo pueda abrazar a mi hijo, tengo el mismo dolor y grito el mismo pedido de justicia que los familiares de la gente que falleció ahí".

En estos dos años, los ex funcionarios nacionales procesados y algunos voceros de la empresa TBA –cuya concesión de la línea Sarmiento fue rescindida después del hecho– aclararon ante los medios sus estrategias de defensa, pero lo único que se conoció de Córdoba fue su declaración ante el juez federal Claudio Bonadio. 

A menos de un mes del comienzo del juicio oral, Elizabeth María Córdoba (46) –que tiene el mismo apellido que Marcos porque fue madre soltera– recibe a Tiempo Argentino y dice: "Esto es caminar en un desierto con espinas en los pies. 

Siento el dolor de esas madres, esposas, hijas. Hubiera querido decirles cuánto siento que hayan perdido a sus seres queridos pero nosotros no tuvimos paz. No fui a ver a ningún familiar de víctima porque sufrimos una invasión terrible del periodismo. 

Imagino cuántas madres están esperando, a poco de cumplirse dos años, que la puerta se abra, ver a su hijo y besarlo. Rezar por el dolor de los demás es lo mínimo que puedo hacer. Doy gracias a Dios por haber perdonado la vida de mi hijo. Calculo que quedó para que sea una voz que diga por qué pasó todo esto".

La acompaña Vanesa Alejandra López (32), hija de Daniel, el hombre que manejaba el Chapa 1 que se incrustó contra el Chapa 19 el pasado 13 de junio en Castelar, con un saldo de tres muertos y más de 300 heridos. Se suma a los dichos de Elizabeth: "Nos angustiaba no poder llegar a esas familias para decirles que también estamos de su lado. 

Si todos nos uniéramos...", se queda pensando y explica que decidió dar la entrevista cuando habló con la mamá de Marcos: "Ella me dijo que ese 22 de febrero no sólo fallecieron 52 personas, sino también su hijo." Elizabeth agrega: "Yo sé lo que es perder un hijo en el sentido de que mi hijo, después del 22 de febrero, no es el mismo. Era un tipo alegre. Ese chico que era está muerto".

De familia de ferroviarios, Elizabeth influyó en el primer trabajo de Marcos. "Él quería ser policía y yo decía que no porque pensaba que me lo iban a matar en la primera por llevar un uniforme. Con mi marido, Rodolfo, lo convencimos de entrar en el ferrocarril. Fue su primer trabajo", explica.

La noche anterior al choque, Rodolfo, Elizabeth, Marcos y sus dos hermanas menores comieron empanadas en la casa familiar. Al día siguiente, los hombres de la casa se fueron a trabajar temprano, como era habitual. "Yo siempre fui fanática de los noticieros. Los miraba apenas me levantaba, mientras desayunaba. Pero esa mañana, para salir de la rutina, quise empezar de una manera distinta, estar un poco con Pipi, como le decimos a Zaira, mi nena de 6", repasa.

Se enteró de lo ocurrido ante un llamado de Rodolfo, que condujo el tren anterior al de Marcos y luego le sostuvo la cabeza al hijo de su mujer el tiempo que demoraron los bomberos en rescatarlo. "Ahí prendí la tele y vi un caos –dice entre sollozos–. Marcos estaba atrapado entre hierros y la gente lo escupía, le echaba la culpa".

El motorman fue trasladado al Sanatorio Fitz Roy y quedó incomunicado. En ese momento, tenía 25 años. Cuando salió, le contó a su mamá que estuvo esposado a la cama, con las dos piernas lastimadas, las mismas que hoy lo hacen renguear. "Le cantaban 'de acá vas a la comisaría'", revela ella y describe que, los primeros meses, Marcos no podía moverse por sus propios medios: "Con mi marido, lo bañábamos y lo limpiábamos, hasta que un día, mordiendo una toalla por el dolor y sosteniéndose en el toallero, se levantó. También tenía ataques de pánico y se recostaba al lado mío en posición fetal".

Dice que, cada tanto, Marcos habla en su casa de lo ocurrido: "Lo escuchamos decir: 'Dios, ¿por qué no me llevaste a mí?' ¿Sabés qué duro es para una madre escuchar esas palabras? Él estaba en la punta, estaba primero para irse." No quiere meterse en detalles judiciales pero cuestiona: "Hay que estar en ese momento. Yo no me lo imagino. Estuvo ahí hasta último momento, tratando de frenar esa mole. Es extraño que hablen de 'error humano' cuando el material rodante no daba más. ¿Sabés lo que hubieran ganado (los empresarios) si mi hijo hubiera muerto? Al muerto le podés echar toda la culpa".

Vanesa viajaba en el tren que manejaba Marcos. Trabajaba como radióloga en Congreso y debía viajar todos los días desde Merlo. Dudaba pero decidió bajarse en la estación Caballito para tomarse el subte, que imaginó menos lleno que en Once, y recuerda cómo iba esa formación del Sarmiento: "Entrabas al vagón a presión. Había un millón de personas. Quedé en la unión de dos vagones. Me imaginaba que era peligroso pero no me podía mover de ahí".

Después de ese día, los ataques de pánico le impidieron viajar en cualquier transporte. Se angustiaba ante cualquier maniobra de frenado. Lloraba en las estaciones. Como Córdoba, tuvo ataques de pánico y renunció a su trabajo en el sanatorio. Con su hijo y su marido, se mudaron a la casa de Daniel para no dejarlo solo. Compartían hogar 16 meses más tarde, cuando el tren en el que iba su papá chocó contra otro. "En el sanatorio, él estaba en shock y no nos dejaban verlo, como si fuera un delincuente", recuerda Vanesa.
Elizabeth se pregunta: "¿Esto pasó porque otros pensaron en su provecho y no en la seguridad? Estamos huérfanos de Estado."
Vanesa concluye: "Comprendemos el dolor de las familias de los fallecidos. Pero mi papá y el hijo de Elizabeth también están incluidos entre las víctimas. Todos sabemos quiénes son los culpables. Mi papá y el hijo de ella no lo son".

En marzo comienza el juicio oral

El juicio oral a 29 personas para determinar las responsabilidades por "estrago culposo" en la tragedia de Once comenzará a las 11 de la mañana del 18 de marzo y tendrá más de 300 testigos.

Estarán en el banquillo los ex secretarios de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, también señalados por "incumplimiento de los deberes de funcionario"; los ex interventores de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), Pedro Ochoa Romero y Antonio Sícaro; el ex subsecretario de Transporte Ferroviario, Antonio Luna; empresarios de las líneas gerenciales de TBA, como su presidente, Claudio Cirigliano, y su hermano Mario, titular de la controlante de TBA –a quien el juez Claudio Bonadio le había dictado falta de mérito pero la Cámara Federal porteña revocó esa decisión y ordenó su procesamiento–; y el motorman, Marcos Antonio Córdoba.

Córdoba estuvo incomunicado las horas posteriores al hecho y se enteró de la magnitud de la tragedia cuando, dos días después, fue trasladado a los tribunales. Allí le aseguró a Bonadio que no le funcionaron los frenos de la formación. "Llegando a la estación Caballito, hago uso del freno y noto que la formación tiene 'frenos largos', lo cual implica que tarda mucho en frenar. Logré frenarla pasándome un poco, y retrocedo un poco hacia atrás cuando la formación ya estaba detenida, para que suba y baje el pasaje. El guarda cierra las puertas, me despacha y continúo en marcha hacia Once a una velocidad normal, pero llegando a la Cabina B11 (ubicada a 200 y 300 metros del parachoque), empiezo a usar el freno para disminuir la velocidad de la formación, pero noto que el freno no responde, hago de vuelta uso del freno, pero no respondía, entonces abro la válvula de emergencia, pero tampoco respondió al frenado", declaró.

A pesar de la oposición del fiscal Federico Delgado, Córdoba fue liberado tras prestar declaración indagatoria. Después de confirmar que, en el momento del hecho, el maquinista no estaba ebrio, ni hablando por teléfono, ni con un ataque de epilepsia, el juez resolvió su sobreseimiento. En enero del año pasado, la Sala II de la Cámara Federal revocó su sobreseimiento.

Cronograma de actos y homenajes

Familiares de víctimas de la tragedia de Once dieron una conferencia de prensa en la que detallaron las actividades de mañana, al cumplirse dos años del hecho.

El primer acto se realizará a las 8:32 –hora en que ocurrió la tragedia–, en el andén 1 de la estación de Once. "Haremos unas ofrendas florales en el memorial de la estación", describió Paolo Menghini, padre de Lucas Menghini Rey, la última víctima fatal hallada en el tren, dos días después del choque.

A las 11:30, se oficiará una misa en la Catedral Metropolitana en memoria de las víctimas. Desde las 17, se instalarán en Plaza de Mayo una radio abierta y una carpa para estampar remeras con la inscripción "JU5T1CIA". A las 19 comenzará el acto central. Además de los familiares, dirán unas palabras la titular de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Nora Cortiñas; el responsable de la Red Solidaria, Juan Carr, y el director de cine Juan José Campanella.

El acto estará conducido por Sebastián Wainraich y Gabriela Radice y los familiares leerán un documento consensuado.

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