miércoles, 14 de mayo de 2014

Tren Trasandino: Las vías que quieren despertar

Las vías que unían Argentina con Chile fueron inauguradas en 1910 y favorecían el intercambio de pasajeros y mercadería. En 1998 fueron totalmente destruidas por la construcción de la represa Potrerillos.Diez años después, se presentó un proyecto para recuperar el sistema. Ahora las presidentas de ambos países lo ven como prioridad.

Las locomotoras que circulaban por la montaña fueron inauguradas en 1910 y unían a Chile con Argentina a través del intercambio de pasajeros y mercadería. En 1998, las vías fueron totalmente destruidas por la construcción de la represa Potrerillos. En 2008 se presentó un proyecto para recuperar el sistema de trasporte y ahora las presidentas de ambos países lo ven como prioridad.

El tren Trasandino nació en 1972 tras la idea de los hermanos chilenos con descendencia inglesa, Juan y Mateo Clark. El proyecto innovador y de características desconocidas para ambos países -Argentina y Chile- fue sancionado en 1874 bajo la Ley 583.

La idea se ejecutó como una iniciativa privada completamente innovadora para la época, presentada durante las presidencias de Domingo Sarmiento (Argentina) y Errázuriz Zañartu (Chile) con el fin de impulsar la unión americana para beneficio de los intereses comunes.

Pero las obras de construcción para la ejecución del tren comenzaron 13 años después (en 1887). La obra, comenzada por los hermanos chilenos Juan y Mateo Clark, sufrió algunas demoras durante su realización, ya que tuvieron que construirse puentes y túneles especiales para cubrir a las maquinarias de las avalanchas de tierra y nieve que suelen haber en la montaña.

Finalmente, el 5 de abril de 1910, tras 38 años de obras y sin los gestores originales del proyecto -los hermanos Clark habían fallecido-, se concluyó una magnífica construcción.



El ferrocarril Trasandino, de trocha métrica y con tracción vapor, recorrió desde 1927 la sección de cremallera entre Río Blanco (Chile) y Las Cuevas (Argentina). En 1953 su recorrido llegó hasta Los Andes.

25 años después, en 1978, el servicio fue interrumpido para el servicio de pasajeros a raíz del conflicto argentino-chileno por la soberanía en el canal de Beagle.

En junio de 1984 quedó de fuera de servicio para el transporte de cargas a raíz de los aludes producidos en zonas de alta montaña de ambos lados de la Cordillera. Si bien el tramo argentino fue reconstruido, no pasó lo mismo con el tramo chileno. Siete años después, en 1991 se realizó el último viaje con pasajeros que llegó a la localidad de polvareda.

Pese al cierre y al cese de circulación, las vías que cubrían el recorrido del lado argentino se mantenían en buen estado, ya que habían sido re modeladas. Pero esto no tuvo mucha importancia en el gobierno de Arturo Lafalla, ya que en 1998 se construyó la represa Potrerillos, la cual dejó bajo el agua 27 km de vías, dejando totalmente destruido el recorrido ideado por los hermanos Clark.

Luego de eso la ruta ferroviaria estuvo olvidada, a pesar de que varios gobiernos tuvieron la idea de reabrirlo ninguno tuvo la voluntad. Hasta 2005 cuando la empresa Tecnicagua presentó una propuesta, a la cual en setiembre de 2006 los presidentes Néstor Kirchner y Michelle Bachelet firmaron en Mendoza el llamado a licitación para su reconstrucción, aunque el proceso sufrió varias postergaciones desde entonces.

La obra comenzaría a construirse a fin de este año o comienzos de 2014 y podría finalizarse en el 2017. Pero quedó trunca en el año 2008.

El Corredor Bioceánico

En el año 2008 se da a conocer un proyecto llamado "Corredor Bioceánico Aconcagua" propuesto por la Coporporación América y las empresas: Navieras S.A. de Chile, Mitsubishi Corporation de Japón, Geodata de Italia y Contreras Hermanos de Argentina.

La alternativa, nace como una solución nueva y superadora para el cruce internacional Cristo Redentor y el intercambio de pasajeros y mercaderías.

El proyecto proponer un sistema ferroviario de última tecnología con un túnel de baja altura que permitiera a una misma formación recorrer los sistemas ferroviarios de trocha ancha de Chile y Argentina, unificando los puertos sobre el Atlántico con los puertos sobre el Pacífico.

Corporación América peleó y consiguió adquirir los derechos del proyecto que antes era Tecnicagua, debido a que la construcción de este túnel de baja altura y con alternativas superadoras, presenta un beneficio muy importante económico ya que además de coordinar la confluencia binacional -Chile - Argentina-, tendrá impacto regional con Brasil, Paraguay, Uruguay, Perú y Global con la Cuenca del Pacífico/Atlántico. La iniciativa implica la creación de un cruce ferroviario en la Cordillera de los Andes, para unir las localidades de Luján de Cuyo, en Mendoza, Argentina con Los Andes, en Chile.

"El túnel a baja altura tendrá una capacidad de transporte de carga de aproximadamente 20 millones de toneladas por año. Traerá beneficios a un área de más de 3 millones de kilómetros cuadrados y una población de 126 millones de habitantes, que representa el 48% del total sudamericano, donde se genera el 70% de la actividad económica continental", según apreció el vicepresidente de Corporación América.

La idea propuesta pretende descongestionar también el paso de los entre 1.500 y 2.000 camiones que circulan por día, con la iniciativa de que como las vías estarán en un túnel ferroviario de baja altura se podría multiplicar 10 veces la capacidad de carga sin accidentes. Además, se destaca que un factor favorable es que el flujo de condiciones climáticas no afectará la circulación del tren.

Además de estar operativo los 365 días del año, independientemente de las condiciones climáticas,las principales características del proyecto están dadas por que se tardaría sólo 4 horas para realizar el cruce entre Los Andes y Mendoza, pendientes menores al 2%, 10 kilómetros de túneles secundarios, 33 puentes y su troncha ancha, igual para el Atlántico y el Pacífico.



Además, el túnel ferroviario a baja altura, tendrá en el Portal Saladillo una altitud de sólo 1.545 msnm y en el Portal Punta de Vacas, 2.440 msnm.

Entre los beneficios del Corredor Bioceánico Aconcagua, también se cuenta la generación de fuentes de trabajo, con las actividades comerciales que se generarán en torno al proyecto, como hoteles, restaurantes, empresas de logística y de transporte, entre otras.

La creación de esta obra tendrá una inversión inicial de más de 3.500 millones de dólares y si se concreta, Mendoza será el centro logístico del oeste argentino en el cual se ejecutarán la obras.


Fuente: MDZ Online 

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