jueves, 3 de octubre de 2013

Trabajadores del subte realizan asambleas "ante las reiteradas agresiones"

La línea B de subtes volvió a quedar interrumpida hoy por segundo día consecutivo con incidentes de pasajeros en las boleterías, por lo que los trabajadores realizan asambleas en cada una de las líneas para evaluar medidas, aunque en principio está descartado que realicen un paro.
"La línea B está al borde de una catástrofe y los trabajadores no somos los responsables pese a que el gobierno porteño nos culpa y nos acusa de vagos", dijo a Télam Claudio Dellecarbonara, delegado de la línea B.








El dirigente añadió que "los trenes se quedan todos los días y la gente se las toma con nosotros cuando fuimos los trabajadores los que advertimos que podía ocurrir esta situación".

Dellecarbonara precisó que "hay mucho descontento en los trabajadores por esta situación" ya que "en las horas pico los trenes viajan llenos por falta de formaciones y los pasajeros se pelean entre ellos para poder subir".

"Esto genera que muchos no soporten la sofocación y se descompensen, por lo que se paraliza la línea hasta que se evacua al pasajero. Pero los usuarios, a raíz de la campaña del gobierno porteño que nos acusa de no querer trabajar, se la toman en contra nuestra y somos agredidos todos los días", dijo el delegado.

La línea B no funcionó hoy desde las 9.10 hasta las 9.40 a raíz de la descompensación que sufrió un pasajero en la estación Callao, por lo que se paralizó la línea y, como consecuencia de esta interrupción, un grupo de pasajeros rompió un vidrio en la estación Malabia, lo que generó el cierre de las boleterías.

La otra interrupción ocurrió a las 11 cuando una mujer, de unos 40 años, se arrojó a las vías cuando ingresaba un tren en dirección a la estación Alem en la estación Malabia, por lo que el servicio volvió a quedar interrumpido hasta las 14.

Un episodio similar ocurrió ayer, cuando una formación se detuvo por problemas técnicos cuando salía de Pasteur y los pasajeros debieron ser evacuados por los túneles, lo que generó una crisis de nervios en algunos de ellos.


"Los trenes se quedan todos los días y la gente se las toma con nosotros cuando fuimos los trabajadores los que advertimos que podía ocurrir esta situación"Como consecuencia de esta evacuación, la empresa concesionaria dispuso un servicio reducido entre las estaciones Rosas y Medrano.

Cuando los usuarios se enteraron en Medrano que debían descender porque el servicio finalizaba ahí, primero se negaron y, luego, un grupo de pasajeros atacó la boletería y causó algunos destrozos.

"En lo que va del año hubo cinco compañeros nuestros perdieron la vida mientras trabajaban", denunció el dirigente y opinó que "el gobierno porteño está esperando que lo que ocurrió en Once pase aquí abajo en el subte porque no quiere entender que aquí hacen falta más trenes".

Contó además que "al salir de Rosas el tren ya sale completo y en Los Incas la gente no puede subir, por lo que hay peleas entre los pasajeros a lo que se suman los desperfectos técnicos".

En este sentido destacó que "no queremos tomar medidas que paralicen el subte, porque nosotros también somos usuarios y no viajamos en las condiciones que deberíamos tener. Estamos resolviendo y la semana que viene informaremos de nuestras decisiones".

La línea B de subte traslada a 290.000 pasajeros todos los días y "es un ramal conflictivo, por lo que mucha gente decidió no tomarlo", precisó una vocera de Metrovías que aseguró que antes de fin de año está prevista la incorporación de una sola formación nueva de origen español.

Fuente y fotos: Telam

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