miércoles, 8 de julio de 2015

USHUAIA: AL FIN DEL MUNDO EN TREN

La estación (también llamada “del Fin del Mundo”) del Ferrocarril Austral Fueguino, o el Tren del Fin del Mundo, como lo llaman, está a 11 kilómetros de Ushuaia, por la ruta nacional 3, adentrándose en el Parque Nacional Tierra del Fuego.

Con frío, nieve, viento, lluvia o sol, todos los días salían, se subían a los vagones donde eran engrillados y partían hacia el bosque a trabajar. Duro trabajo el de leñador, sobre todo con las inclemencias del clima, pero allá iban, contentos, porque esas salidas eran lo más parecido a la libertad que podían vivir.


Eran los presidiarios de la Cárcel del Fin del Mundo, que subían al Tren del Fin del Mundo, para ir a buscar la leña necesaria para calefacción, para cocinar y para generar electricidad. Le decían el “tren de los presos” y es una de las excursiones que no se pueden dejar de hacer en Ushuaia.


La estación (también llamada “del Fin del Mundo”) del Ferrocarril Austral Fueguino, o el Tren del Fin del Mundo, como lo llaman, está a 11 kilómetros de Ushuaia, por la ruta nacional 3, adentrándose en el Parque Nacional Tierra el Fuego.

Con puntualidad europea, el convoy de trocha angosta, con locomotoras a vapor y cómodos y vidriados vagones, parte de la estación por el mismo recorrido que hacían los presos, hace más de 100 años.

La formación se interna en el Cañadón del Toro, sigue el zigzagueante curso del río Pipo, por un valle de una belleza impactante, entre bosques de lengas donde aún quedan los restos de los árboles talados por los presos. En medio de esa postal blanca, se ven tropillas de caballos de largos pelos que escarban con sus cascos la nieve en busca de los pastos tiernos.

Hay una primera parada, en la Cascada Macarena, donde es posible descender del tren y hacer trabajar a destajo las cámaras fotográficas. Los paisajes son increíbles.

El viaje continúa por unos dos kilómetros más hasta la estación Parque, donde termina su ruta. El recorrido del tren es de 14 kilómetros en total, siete de ida y otros tantos de vuelta.

Allí, en estación Parque, la locomotora se desprende de los vagones, gira y se ubica en el otro extremo, en sentido contrario, para iniciar el viaje de regreso.

Una alternativa, la que se adoptó, es continuar por tierra hacia la bahía Lapataia, donde está el cartel mencionado al comienzo de la nota que marca el fin de la ruta 3 y el punto más austral del continente. La foto obligada es esa, al lado del cartel.
Fuente: lavoz

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