Tras el anuncio de que el gobierno nacional se hará cargo de la gestión del tren Sarmiento, el ministro Florencio Randazzo defendió la decisión por las comprobadas y reiteradas irregularidades que la Unidad de Gestión Operativa Mitre Sarmiento (Ugoms) cometió en el control del ferrocarril en general y del motorman Julio Benítez en particular.
"Fue una falta de sentido común absoluta que se le pusiera un percebimiento cuando deberían haberlo suspendido, para no decirle que deberían haberlo despedido", señaló el titular de la cartera de Interior y Transporte, al ser consultado por las imágenes grabadas en agosto en las que se ve al maquinista conducir con actitudes irresponsables.
En diálogo con el periodista Gustavo Sylvestre en Radio del Plata, el funcionario alegó que la rescisión del vínculo con la Ugoms (conformada por las empresas Metrovías y Ferrovías) se resolvió además porque la administradora permitió que el motorman rechazara hacerse los chequeos médicos obligatorios antes de subirse al tren que terminó chocando: "Se hizo sólo el control de alcoholemia y se negó al resto de los controles diciendo que había un acuerdo gremial y la empresa le permitió subir al tren".
Por otra parte, Randazzo volvió a apuntar contra los distintos gremios y representantes sindicales que conviven en el Sarmiento y recordó que "en el último año hubo 156 mil horas laborales no trabajadas". "Es una diferencia enorme con respecto al resto de las líneas que tenían el mismo operador", señaló, tras aclarar que las horas no consignadas no superan las 500 horas en los otros ramales.
El funcionario indicó que desde la próxima semana empezarán a aplicarse los nuevos controles bajo la supervisión del Instituto de Medicina Aeronáutica y Espacial, los mismos que rigen sobre los pilotos del transporte aerocomercial. Y anticipó que aquellos trabajadores que no estén en condiciones de conducir las formaciones "serán desplazados a otras áreas".
Infobae.com
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