miércoles, 12 de febrero de 2014

El grupo Roggio en la Ciudad de Buenos Aires

La semana pasada participé de la audiencia pública en la que se discutió el nuevo cuadro tarifario que implementará el PRO en el subte de Buenos Aires a partir de marzo. Allí planteé, entre otrascuestiones, la ineludible e imperiosa necesidad de realizar una auditoría externa, exhaustiva e imparcial sobre las ganancias y la estructura de costos de la empresa Metrovías S.A., cada por 

el el grupo Roggio.

La política llevada adelante en el subte ha beneficiado sólo a la empresa concesionaria del servicio. A los subsidios que la empresa recibe por parte del Estado local se suman los ingresos provenientes del boleto y, hasta hace poco, los beneficios de la explotación de los locales comerciales, de las publicidades en las estaciones y coches. Además, el nuevo aumento que implementará el PRO responde a cálculos atravesados por los intereses económicos privados del grupo Roggio y a la información que la misma empresa provee.

Más allá de estos cálculos, seriamente cuestionados por la Auditoría General de la Ciudad, la empresa instrumentó una red de tercerizadas alrededor de la explotación del servicio a través de las cuales muestra pérdidas en la empresa madre, controlada por el Estado, y ganancias en las empresas sin control estatal. Esta situación dificulta la constatación de los costos e ingresos reales de la concesionaria.

Es a partir de esto, de lo que conocemos sobre el accionar del grupo en nuestra ciudad, que desde Izquierda Popular nos parece al menos apresurada la decisión del gobierno nacional de delegar en Roggio la gestión de las líneas Mitre y San Martín de los ferrocarriles.

Nota de Facebook de Pablo Ferreyra 
https://www.facebook.com/pabloferreyra2013

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