sábado, 1 de febrero de 2014

Los amantes del tren

LA PLATA 26 Ene(El Día).-Gustavo Behar, uno de los que propone el retorno del Ferrocarril Provincial. Un circuito posible entre Meridiano V y Etcheverry. 
Dos formaciones: una social y otra turística. Los “enemigos” del sistema ferroviario. Sólo serán felices cuando un guarda vuelva a gritar “¡pasajeros al tren…!” en el andén de una recuperada estación de Meridiano V, al sur de La Plata. 

Dicen con simpleza lo que pretenden: “aprovechar los 16 kilómetros de vía existentes y llegar hasta Etcheverry con dos formaciones: un tren social de lunes a viernes y un tren histórico-turístico los fines de semana”, según lo describe Gustavo Daniel Behar, secretario de la Asociación Civil Amigos del Ferrocarril Provincial. Pero esa línea que corre por la prolongación de la avenida 52 está cancelada hace varios años y se hace cuesta arriba reactivarla, rescatarla del olvido. 

De origen alsaciano, nacido en Mar del Plata, ya de chico Behar se relacionó fuertemente con el ferrocarril. Con su padre había viajado en los trenes de lujo –con coches camarote y butacas pullmann- que iban y volvían de la ciudad balnearia. “Mi abuelo era íntimo amigo del jefe de la estación que estaba en Luro y San Juan. En uno de esos paseos me subí, en forma medio clandestina, a la Pilota (la máquina que en las estaciones arma los trenes) y ahí vino el clic, para siempre…” Graduado como químico, vino a La Plata y al poco tiempo “se formó un grupito que coincidió en rescatar el Provincial, así que nos dedicamos de entrada a limpiar las vías. Alguien me había avisado “hay unos locos que están tratando de recuperar el ferrocarril y me sumé a los amantes del tren…”. 

Pero también están los amantes del tren a Brandsen, a la línea de Pipinas, bregando por el retorno de esos servicios clausurados hace décadas. Asegura que no son soñadores ni ilusos. “Aunque tenemos este sueño, somos prácticos. 

Creemos que es posible el proyecto. La recuperación integral de estos 16 kilómetros hasta Etcheverry, más el material rodante que podemos conseguir, no supera el monto de 10 millones de pesos. En la actualidad, tender un ferrocarril nuevo sale un millón de dólares el kilómetro, pero acá están las vías, los durmientes y hasta el balasto. No hace falta demasiado más”. Dice que han concretado el pedido ante la Administración de Infraestructura Ferroviaria y que están pendientes de respuesta. Añade que golpearon todas las puertas posibles en los tres niveles oficiales (nacional, provincial, municipal), aún cuando el resultado ha sido casi nulo hasta ahora. 

“Tenemos ofertas de donación de máquinas y material rodante de la India, de Renfé (España), nos regalan pilotas o alguna locomotora, pero el tema de la importación es como una valla infranqueable”. La propuesta comprende un llamado tren social, que trasladaría a bajo costo a los habitantes de la zona oeste (Los Hornos, Gambier, Olmos, Etcheverry) con un coche motor con capacidad para 54 pasajeros sentados y 50 parados. A su vez, para los fines de semana proponen un tren turístico, conformado por una locomotora a vapor, tres vagones tipo Tafí viejo y un guinche vapor, con cinco estaciones entre las dos cabeceras.

¿Soñadores…? Para nada. Nosotros analizamos todo y, lo que es irrealizable, ni lo nombramos… Nosotros no hablamos de un tren bala, porque eso sí que es impensable en nuestro país”

¿Quién ha sido el mayor enemigo del ferrocarril en la Argentina?

“No fueron los políticos, no fueron los funcionarios. Tampoco fueron los intereses de sectores empresarios. El principal enemigo del tren es la gente que no lo defendió. Por eso creo que la esperanza del tren está en la juventud y en los niños. Ellos van a conseguir la plena rehabilitación de los ferrocarriles, porque los aman”
¿Cuál es la mayor ambición de ustedes respecto al tren?

“Lo primero que queremos es cambiar un paradigma de tipo espiritual, referido al uso que se hizo de las estaciones clausuradas. Resulta que para justificar que el tren no ande se instalaron escuelas, comisarías o centros de cultura en las estaciones. Es decir le asignaron a estas instalaciones un uso social muy fuerte, pero todo se hizo con la intención de que el tren no vuelva…En todo caso, creemos que se puede compatibilizar su actual uso con el retorno del servicio de trenes”

¿A qué le llaman un tren social entre La Plata y Etcheverry?

“Al que le permitiría a muchas personas de bajos recursos viajar a nuestra ciudad. A un tren que permita a los pasajeros llevar gallinas…o llegar a los hospitales. Hoy no pueden hacer eso. Le estoy hablando de más de 100 mil habitantes radicados entre Meridiano V y Etcheverry. Lo que necesitamos es un tren social que se desplace por una zona de crisis. La mayor parte de esa gente no tiene colectivos cerca”

¿El proyecto de ustedes, figura en la agenda de algún político o de algún funcionario?

“Sí, estamos en la agenda de varios… pero ninguno define. Yo creo que hay mucha gente política o del gobierno que sólo aparecerá después de que aparezca el tren…”

Pero habrán tenido alguna promesa…

“Mire, como decía mi abuelo…lo que encontramos fue mucho gre-gre para decir Gregorio…”

¿Pero tienen apoyo de la gente?

“Apoyo absoluto. La gente adhiere de mil maneras, nos mandan cartas y apoyos. Desde todos lados, inclusive desde fuera del país. Mire, el itinerario entre Meridiano V y Etcheverry pasa ahora por una villa de emergencia muy grande que está sobre 52 entre 140 y 152. Tenemos un acuerdo con la gente que vive allí sobre la vía para que desalojen y para correrlas unos metros, en base a un convenio que concretaremos con la entidad Un techo para mi país”

Por lo que pudo saberse estos años, el robo de instalaciones, de señales y de otros elementos propios del ferrocarril ha sido muy grande…

“Sí, hay casos increíbles. El edificio de una estación que estaba en La Plata, en la zona de 122 y 77, resulta que le construyeron primero algunas paredes laterales y después, de a poco, la convirtieron en un domicilio particular. Lo que era una estación, ahora es el hogar de una familia…Cuando uno ve estas cosas y lo ocurrido en tantas estaciones y líneas del interior…es como si al tren lo hubiera atacado una tribu de caníbales…”
¿Ustedes tienen algún plan de trabajo?

“Sí, ya empezamos con la recuperación de los andenes. Después recuperamos las cuatro vías históricas y los techos de la estación

Si lograran plasmar su proyecto, ¿quién administraría el nuevo servicio?

“Nosotros aspiramos a que sea la asociación civil que integramos. Creemos que esa sería la mejor manera de evitar futuros robos"

¿Cuántas personas trabajarían en la línea hasta Etcheverry?

“Entre unas treinta y cincuenta personas para estar a cargo de las vías y unas diez personas para atender en las cabeceras y en los apeaderos”

¿Ustedes reciben algún subsidio del Estado?

“Nunca recibimos ningún subsidio”

¿Qué es lo que ustedes sienten cuando ven una locomotora de época…?

“Mucha adrenalina…Hay gente de nosotros que se larga a llorar. El último guarda del Provincial, Horacio Menéndez, ve un tatuaje con un motivo del Ferrocarril y llora…así que imagínese delante de una locomotora…”

****** ¿Dónde podía vivir Behar si no era en el emblemático barrio de la Terminal de trenes? Allá está su casa, a unos 50 metros de la entrada lateral del ex ferrocarril Roca, casi en la esquina de 1 y 43. La estación parece aplastada por el calor y agobiada por la suciedad que la rodea. Arriba, en el techo, falta una larga hilera de chapas de la cubierta histórica. Cuando llueve, el agua cae puntualmente sobre el andén 7. Hacia ella van Behar y el fotógrafo Sebastián Casali, en busca de alguna imagen fiel del ferrocarril argentino.


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